XIII

El celular suena a los gritos no sabe a qué hora. Le cuesta un poco despertarse. Sí, está sonando el celular, lo atiende, casi no sale la voz, las cuerdas vocales quieren seguir durmiendo.
- Hola.
- Hola, me abrís? Estoy en la puerta- se la escucha mal
- Sí.
Salta de la cama, se pone el pantalón y agarra las llaves, abre la puerta de su cuarto y se apura hasta la de calle. Pasa rápido, está llorando, la abraza.
- Qué pasó?
- Cortamos.
La cabeza le da vueltas. Cortaron. Es una situación totalmente nueva. Lo invade una angustia enorme por ella y a la vez se le abre un hueco en el estómago. Reconoce ése hueco.
- Vení- la agarra de la mano. Ella se deja llevar.
Parece un sueño. Todo está tranquilo. Parece como si estuvieran solos en el mundo.
Entran al cuarto.
- Contame.
Ella llora en silencio. Él le acaricia las mejillas, juntando las lágrimas. La mira profundamente, ella devuelve la mirada.

Abrió los ojos. Sintió una enorme desilusión y alivio a la vez. No está llorando, está durmiendo. Llovía a cántaros. Está durmiendo, qué bueno. Apretó la partecita del reloj que iluminaba las agujas que marcaban las 3 en punto. Sabía que no iba a volver a dormirse así que se dedico a dar vueltas en la cama y a escuchar la lluvia.

1 comentario:

  1. LEISTE MI MENSAJE EN EL FACE? SIEMPRE HAY ALGUIEN... BESO..

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